Soda Stereo llegó con Persiana Americana. Su sonido fue totalmente revolucionario, contagioso, la voz del líder de la banda era misteriosa, metálica, poderosa, distinta también a lo q había en nuestro rock, o por lo menos lo q yo había escuchado, así q no fue dífícil caer rendida.
Soda era potente, las canciones ingentes, sexys, rebeldes. Y el sonido de la guitarra sencillamente fenomenal! La genialidad de Cerati (ya empezamos a llamarle por su apellido, no era simplemente Soda Stereo) se imponía en voz y guitarra.
Una sensación muy frecuente era sentirse poseído al oír las canciones de esta banda, yo me sentía como drogada al escucharlas porque la música de esa banda que llegó a la radio venezolana para quedarse atrapaba a los fans, era imposible escucharla a la ligera, transportaba a una especie de órbita donde la música lo era todo.
Con ese boom comenzó mi adicción a la música y al rock argentino; desde q entraba a bañarme para ir al colegio (más o menos a las 5:30 am) ya estaba escuchando "mi música" y mi mamá me pedía "por favor, baja el volumen", y así otra vez al llegar de clases, al terminar de hacer tareas, en la noche (nunca vi mucha tele, a menos q fuesen programas de videos musicales) y hasta para dormir me iba a la cama pegada del radiecito o el walkman.
Así q Gustavo Cerati y Soda Stereo fueron uno de los amores de la adolescencia. Luego con el paso de los años ese afecto se ha mantenido intacto porq ese caballero flaco, de melena afro y sencillamente genial se encargó de alimentarlo. Esa fue su Cicatriz en mí. Por eso estoy convencida de q aún falta mucho por oír de él y su genialidad musical. Por eso le envío un gran y sentido ¡Fuerza Cerati! Por eso quiero creer fehacientemente en su "me verás volver" Cuando pase el temblor y creo en su Fuerza Natural, en su poder animal, porq Cerati es Uno en 1.000. Sería un Crimen que nos diga Adiós.
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